Se empieza a confirmar lo que era un rumor: Evaristo Páramos, cantante de Gatillazo, fue retenido por la Guardia Civil al término de su concierto en el Festival Primavera Trompetera. No fue llevado a comisaría, pero sí identificado y denunciado, al parecer, por el contenido de sus letras. Letras que lleva más de 30 años cantando por infinidad de escenarios repartidos por todos los rincones de la geografía española, ahora, en 2018, es apresado por ello.
Evaristo Páramos nació en Pontevedra aunque actualmente reside en Guipúzcoa, es vocalista de Gatillazo. Antes lideró durante más de 20 años la mítica banda de punk-rock «La polla Records» con la que publicó trece discos de estudio y ofreció nuemerosísimos conciertos.
Además en 2002, la editorial Txalaparta también publicó su libro «Por los hijos lo que sea» que contiene una serie de pensamientos filosóficos, relatos y textos inclasificables sobre lo divino y lo humano.
El estado español sigue dando pasos de gigantes hacia atrás trasladándonos a épocas oscuras de los años 60-70 en los que las letras de canciones incomodaban al poder dictatorial del momento y obligaban al exilio a cantantes de la talla de Serrat, Sabina, Paco Ibañez, Raimond, etc.
Después del «caso» Valtonic el estado se siente fuerte y legitimado para llevar a cabo este tipo de actitudes, pisoteando el derecho más elemental del artista como es la libertad de expresión. Estas formas fascistas de obrar reducen la credibilidad en la democracia y confirman la existenica de los poderes fácticos.
MQ