Ante más de 50.000 personas descargaron con su gira Legacy of the Beast Tour y toda su performance basada en clásicos de los 80 con alguna sorpresa más actual.
Imparables e impecables regresaron ‘La Doncella’ a nuestro país en la que fue su única actuación: por primera vez en un gran estadio dentro de territorio nacional.
Alucinante puesta en escena que pasaba desde trinchera de guerra a iglesia pasando por campo de batalla como si de un videojuego se tratara. Y es que la gira lleva el nombre del videojuego lanzado el pasado año en el que se suceden varios escenarios con mundos paralelos entrelazados entre sí.
Con puntualidad, aunque no británica, salieron dos militares a formar mientras sonó el ‘Doctor, Doctor’ de los UFO para inmediatamente retirar las negras telas que cubrían el escenario a dos alturas y dejar mostrar una trinchera de guerra para empezar bombardeando (avioneta volando el escenario incluida) el estado Metropolitano con ‘Aces High’.
Clásicos como ‘Where Eagles Dare’, ‘2 Minutes to Midnight’ con el fondo de la portada del single de fondo y ‘The Clansman’ con el Eddie a lo Wallace y Burce espada de metro y medio en mano sin parar de moverse y corretear por las dos alturas listo para batirse en duelo con el gigante de Eddie en ‘The Trooper’. Y es que sí: en esta gira Eddie no sale en la homónima del grupo hacia el final del concierto, lo sacan de paseo bien prontito. Guiños con el divertido y chalado Janick Gers que no para en todo el concierto de hacer piruetas con la Strato.
Sí es verdad que el sonido desde donde yo me posicionaba al principio costó un poco, pero creo recordar que, para la tercera, cuarta canción mejoró bastante.
Con ‘Revelations’, ‘For the Greater God of God’ y ‘The Wicker Man’ nos metieron de lleno en el campo de batalla. Burce sensacional la voz y cambiando de vestuario a cada canción para encarnar el personaje y muchas veces no saber si lo que estábamos viendo era un concierto o un musical. La banda totalmente engrasada y rompedora sin darnos un minuto de tregua.
‘Sing of the Cross’ con muy buena puesta en escena y para coronar el escenario con el símbolo de la cruz antes de que apareciera Ícaro en el fondo y Bruce con dos lanzallamas a las caderas para acabar dándole matarile a sus alas en ‘Flight of Icarus’. Brutal.
Ya metidos de lleno en el Templo con ‘Fear of the Dark’, ‘The Number of the Beat’ con la cabeza del monstruo del videojuego de fondo y lámparas colgando del techo nos metieron bajo tierra con el calor del infierno antes de llegar al final momentáneo con la homónima ‘Iron Maiden’ y reaparecer con los bises ‘The Evil that Men Do’, ‘Hallowed Be Thy Name’ y cerrar con el ‘Run to the Hills’ y el público totalmente extasiado cantando el estribillo por encima de Bruce.
Sensacionales, muy grandes y arrasadores en el que ha sido su primer gran concierto en nuestro país y esperemos que sigan viniendo en gran formato.
Brutales.
Angelito!