A pesar de la amenaza de lluvia, el viernes 30 de mayo se llevó a cabo el concierto del día de Castilla la Mancha, con toda normalidal, normalidad meteorológica, aunque hubo algún amago de lluvia, pero solo se quedó en eso.
El concierto en si estaba pensado para atraer principalmente gente joven, como se suele hacer con este tipo de eventos, y la verdad que el publico respondió, sobre todo a partir del ecuador del concierto.
El grupo G-5, «grupo fantasma» como a ellos les gusta que les llamen, empezó con Tomasito seguido de Kiko Veneno, este en su linea, en medio del ellos, Amparo y Cristina estas madrileñas llamadas DOVER nos deleitaron con un directo impresionante, con influencias musicales al estilo de Nirvana, R.E.M. etc. Con mucha fuerza aunque con algunos problemas de sonido, dieron un repaso a su trayectoria musical demostrando que sus dieciséis años en el mundo de la música y sus ocho albunes editados no son producto de la casualidad.
Diego y Marcos y la Banda del Ratón o dicho de otra manera Los Delinqüentes la liaron con sus letras graciosas y frescas con las que la gente se identifica y disfruta. Canijo (Marcos), logra darle un toque cómico y teatrero al grupo, metiéndose al publico en el bolsillo con sus ingeniosos personajes, sus sombreros y su humor escénico.
Y el cierre lo puso Muchachito, quien no lo haya visto nunca se pierde una especie de circo ambulante rodeado de músicos con aspecto callejero que parecen salidos del bar de la esquina con trompetas, Saxos y Trombones que son capaces de liartela en cualquier sitio. Por eso cerraron ellos, para acabar la fiesta
Bueno pienso que si el sonido hubiera sido enlatado, se hubiera oido perfecto, lo de espectacular me referia a la puesta en escena. Ya sabemos todos quien es DOVER y la diferencia que hay de sus discos a sus conciertos en directo.
Yo estuve en ese concierto y lo de Dover, de espectacular no tuvo nada. Por si no os disteis cuenta, todo fué en plaback, ninguna guitarra estaba monitorizada y el batería tocaba a su amor mientras que la música sonaba de otra manera. Los de Dover son unos vendidos que se han visto cegados por el vil metal y las cutre-listas de exitos (cuarendoides y otros enjendros)