Los Veranos culturales de «La plaza Felipe Villa» sorprenden con otro concierto espectacular

                 Un viernes más, un día más, y os aseguro que ya son muchos La Bodeguilla vuelve a sorprender con un concierto de altísima calidad. Lo que empezó siendo un proyecto ambicioso denominado “Las noches culturales de la Plaza Felipe Villa” y que más de uno pensaba que se iba a quedar en lo que se quedan la mayoría de los  proyectos, en buenos  propósitos,  buenas iniciativas culturales, en una buena idea y poco más. No solo no se ha quedado en un proyecto más sino que  se ha convertido en un escenario natural de conciertos al aire libre con músicos de calidad contrastada y lo que es más importante se está convirtiendo en  lugar de reunión habitual para todo aquél que aprecie el mundo de la música, el arte, el ocio y la cultura.

             Como anécdota contaré que este viernes me cité con un amigo que hacía mucho tiempo que no veía, a la sazón, músico ya retirado, guitarrista de un mítico grupo de música ya desaparecido; como decía lo cité para tomar una copa y charlar en La Plaza Felipe Villa, le comenté que allí había un bar llamado La Bodeguilla cuyo gerente organiza apoyado por  algunos  clientes habituales de su establecimiento, conciertos, monólogos, en definitiva, actividades culturales y de ocio diversas.  Llegó Manolo García,  que así se llama mi amigo a  la terraza de “La Bodeguilla” situada en  la Plaza Felipe Villa, en ese momento comenzaba el concierto de “TRIFOLKA”  una banda de cuatro músicos, batería, guitarra, violín y contrabajo que fueron una autentica maravilla, su música era una delicia, una mezcla de Jazz, Folk, Blus, Soul, ritmos suaves, agradables al oído,  a veces improvisados , otras veces siguiendo  pautas establecidas de antemano por los propios músicos, pero siempre un autentico placer para los oídos.

 Manolo, mi amigo, me preguntaba sorprendido, ¿cómo era posible que muchos paisanos míos no tuvieran conocimiento  de esto?, de la calidad de estos conciertos, del entorno tan acogedor, del agradable ambiente, y sobre todo,  lo que darían en muchos lugares, y hablamos de ciudades  más importantes (en número de habitantes) que la nuestra por tener la oportunidad de disfrutar semana tras semana de conciertos y actividades culturales de una calidad contrastada,  además gratis y al aire libre.

               Le comenté que esto solo era una muestra de lo que semana tras semana ofrece  La Bodeguilla, que anteriormente pasaron por el mismo sitio grupos como The Fever Band, Julián Maeso y su grupo, Marcos Elvis, The Coast Cats, el monologista Sergio Muro. Además se celebran actividades  dirigidas a los más pequeños  impartidas por monitores especializados de la asociación Juvequín. Scalextric gigantes, noches tematicas de música de los 70, 80, 90 con el gran Carlos García de  pinchadiscos, en directo. En otra ocasión la noche musical suave y relajante  del  Chill-Out, con Javi García.
Kintafoto, asociación de fotógrafos local ha organizado un concurso fotográfico premiando las mejores fotografías realizadas durante  todas las actividades que se celebren a lo largo de “los veranos culturales de la Plaza Felipe Villa”.

                                 Para terminar he de confesar que yo personalmente era uno de los que dudaba del éxito, a largo plazo de “Los Veranos Culturales de la Plaza Felipe Villa”  pregunté, me informé ¿quién era el responsable de todo esto?, unos me decían, con cariño,  “Chema una buena persona, gerente del Bar la Bodeguilla”, lógicamente esto lo dicen los amigos. Otros mencionaban al responsable como un loco que no sabe lo que hace. Yo no conocía personalmente a Chema pero después de comprobar in-situ disfrutando de esos “peazo” conciertos semanales para poder opinar con conocimiento de lo  que hablo puedo decir que  si no fuera por estos venditos  y maravillosos “locos” y otros parecidos los “cuerdos” como nosotros no podríamos disfrutar de estos auténticos y maravillosos momentos de calidad, de relax en un buen entorno natural y generalmente con buena compañia.

Texto: MQ

Fotos: Ángel Jorge Cachón