«LA IRA» es el nombre del nuevo proyecto: Rock y sólo Rock.
Después de 5 años sin publicar nuevo trabajo, Raúl Jiménez, líder de «El gitano, la cabra y la trompeta» se embarca en nueva aventura con sabor a rock fresco, directo y contundente.
El disco bautizado «El trapecio y el abismo» ha sido grabado en Sonak studio en Merida y masterizado en Sputnik recording (Sevilla) y será el primer disco de estudio de «La Ira».
La Ira hace un rock limpio y divertido; de ese que te impide dejar de seguir el ritmo con los pies. Buenas guitarras, la de el propio Raúl y Manué Pérez, y arreglos y colaboraciones como la de Woody Amores o Vito y Alberto de Sínkope, obsequian con un plus de calidad y rigor al trabajo. Javi Luengo en el bajo, y Jesús Caballero en la batería completan la banda. Los diálogos del saxofón con las guitarras los pone Pepe Burgos, un elemento que aporta un feeling especial al sonido del CD y directo.
Las letras de LA IRA hablan de compromiso y sentimientos de esos que nacen de las vísceras, incluyendo canciones de amor muy transgresivo. Retratar de una manera clara, descarada y libre la realidad que nos rodea y el corazón salvaje de todos los rockeros es su objetivo. Así nos encontramos «perlas» como» se está muriendo lo humano de la humanidad» «o el rey de los astronautas que nunca levantó su culo del taburete».
Publicar este disco ha supuesto una nueva aventura para la banda al más puro estilo del «crowfunding off line»: unos cuántos seguidores incondicionales, sin albergar duda alguna de la calidad del producto final, han comprado por adelantado el CD financiando así la grabación y la primera tirada de copias.
El single del disco es “Entre humaredas y tintineos” un tema Bossanovero y rockero a la vez. Se completa con temas como “Toda la vida”, “Una canción” o “Si no hay alegría”.
La banda hace una apuesta importante por su presencia en Internet: Tiene su propia web ( www.laira.es), canal propio de you tube, y facebook “LA Ira Grupo Rock”. Los discos se pueden adquirir a través de la propia web del grupo y en los conciertos.
Termina esta información como terminan ellos sus créditos, firmando una declaración de vida y escenario: «Disculpen las molestias, esto es una revolución». Podría ser perfectamente la firma del grupo.