Los mimbres son los que son, buenos, muy buenos, regulares o más bien deberíamos decir aquello de «para todo los gustos», en cuestión de calidad y estilos cada cual que saque sus propias conclusiones, ahí radica lo bueno de un festival que pretenda perdurar en el tiempo.
Personalmente pienso que el Pitorrock ya tiene suficiente categoría y veteranía como para no caer en errores tan básicos. La puntualidad es uno de los primeros elementos que hacen que estos eventos consigan aumentar un prestigio que se le supone ganado a lo largo de los años. Si se piensa en hacer cambios es recomendable, llevarlos a cabo pensando siempre en superar lo ya ofrecido en años anteriores (me consta que esa es la intención) o como mínimo igualarlos, un bolo de esta envergadura necesita personal cualificado que atienda como se merece a las bandas participantes, conocimiento de las necesidades de cada grupo con la suficiente antelación, rider técnico con todas las necesidades, formas y tiempos, así como los horarios exactos de cada banda y su correspondiente prueba de sonido.
Aparte de todo esto que se puede subsanar, lo esencial, lo meramente artístico, lo importante, los verdaderos protagonistas, los que vemos encima del escenario no defraudaron. RETHROPHOBRICK, abrió la noche con casi hora y media de retraso sobre el horario previsto. música electrónica experimental para oídos exigentes. SHOOTER, sigue ahí al pié del cañón año tras año, y ya son muchos, eso se nota, siguen ganando en calidad. ESCUELA LIRIKA, el hip hop en estado puro, rap joven, fresco con voz femenica includa, hacen letras reivindicativas llenas de denuncias a nuestra sociedad actual, cuentan con sus propios seguidores y ya son imprescindibles en el PITORROCK. MÜCKE, la seriedad y el trabajo puestos en escena, «en plena madrugada y con las cartas puestas sobre la mesa están dispuestos a morder», indi-pop con muy buen directo. SINGER MORNING, Un autentico placer volver a ver en el Pitorrock tras algunos años de ausencia a «viejos monstruos» de la música local Andrés Moreno (ex- Los Sucios) Chevy (Ex-Dulce Neus) Godillo (Ex- Los Sucios, Los Boo Hoo) unos clásicos de los escenarios, con Gallito en la batería y la nueva incorporación de Antonio a la voz. HAZIENDA SOMOS TONTOS el punk en su estado natural, Chamorro, Rober, Pastiche y Frank en su salsa, altas horas de la madrugada, un horario quizá propio para este tipo de bandas pero inapropiado para cualquier festival y agotador para el que escribe. Tenia ganas de volver a ver a SUKRA, pero lo dicho, «no eran horas» otra vez será.
Lo dicho la base está, que son los participantes, las bandas, los grupos incluso el lugar, un emplazamiento idóneo para este tipo de eventos . Solo hace falta «limar» pequeños detalles para que el PITORROCK se convierta en lo que debería ser, !Un gran festival¡.
Aún queda la segunda jornada. Y no se esperan lluvias, otro punto a favor.
!!Aupa el PITORROCK¡¡
Texto: MQ
Foto: Ángel Jorge Cachón