El flamante ganador de la primera edición del concurso de talentos de televisión «La Voz», Rafa Blas, publica el próximo martes su debut en solitario, un disco con muchas baladas entre temas propios y versiones de cantantes alejadas del repertorio «heavy», con el que se dio a conocer al gran público.
«Yo estoy contento y no me importa lo que digan los ‘heavies’ más cerrados», afirma Blas (Albacete, 1986) frente a posibles críticas a un álbum, «Mi voz» (Universal Music), en el que se lleva a su lado de «hard rock» y «metal» canciones como «Quédate conmigo» de Pastora Soler, «Hijo de la luna» de Mecano y «A quién le importa» de Alaska y Dinarama.
Al versionar a mujeres, logra un «efecto sorpresa» y, añade, se evitan las comparaciones, una decisión consensuada con el productor, Pepe Herrero, responsable de discos como «Tarántula» de Mónica Naranjo, con el que ha buscado un aire a bandas del norte de Europa, como HIM o The Rasmus.
Juntos han facturado este debut en apenas tres meses, un «tour de force» para quien se presenta como una persona «tranquila», a la que le gustan las cosas «con calma» y que habría preferido «esperar un poco más» para su primer lanzamiento en un estudio profesional.
De la negociación con la discográfica surgió la fórmula híbrida de ofrecer también temas inéditos, algunos compuestos por el propio Blas, como «Vivir, morir», el primer single, que trata sobre «alguien que lo tiene todo y lo pierde por su mala cabeza», explica.
Esa sensación de vértigo no se corresponde con lo que siente en este momento, en el que toca plasmar las expectativas depositadas en él, tras ser elegido vencedor de la primera edición de «La Voz».
«Nunca me vi con posibilidades de victoria», afirma, antes de añadir que, cuando le proclamaron campeón en la final, se dijo a sí mismo: «¿Y ahora qué?».
Sin embargo, su momento más emocionante dentro del concurso fue otro, el de su primera actuación con «Highway to hell» de AC/DC, cuando los cuatro asesores (David Bisbal, Melendi, Rosario y Malú) giraron sus sillas para reclamarlo para sus equipos.
«Quería que la gente hablase: un ‘heavy’ con Bisbal», explica sobre su decisión de incorporarse a la tropa del cantante de «Corazón latino» y reconoce que lo que le atrajo de él fue la cantidad de cosas que había hecho en 10 años, su nivel de popularidad en Twitter y su experiencia en un concurso similar.
«Para este disco me ha dado muchos consejos. Me ha dicho que siguiera con mi personalidad y ha estado pendiente de mí», cuenta el cantante sobre su mentor en el concurso, del que ha tomado prestado su tema «Aquí y ahora».
Blas, que versiona también «Noches de blanco satén», empezó a tocar la guitarra a la edad de trece años, y su carrera se fue moldeando en diferentes bandas hasta llegar a Nocturnia, con la que alcanzó cierta notoriedad.
Ahora sueña con vivir de la música sin sufrir, como entonces, por si un promotor no le paga y no puede ni costearse el combustible de vuelta a casa.
Ya tiene dos fechas en la agenda: el 6 de julio en la concentración motera de Harley Davidson de Barcelona y el 20 de ese mes en su ciudad, Hellín (Albacete).
Empezará así a disfrutar de su nuevo estatus. A sus posibles sucesores en la segunda edición de «La voz», que ya busca concursantes, les aconseja solo una cosa: «Que disfruten la experiencia al máximo, porque todo pasa muy rápido».
EFE / Madrid